El pasado jueves 3 de marzo estuve en la World Olive Exhibition, que tuvo lugar en el IFEMA de Madrid. Mis expectativas eran bastante altas. Lo cierto es que yo no tengo muchos conocimientos acerca del aceite de oliva y estaba segura de que era el lugar perfecto para aprender un poco sobre ese mundo que está tan presente en nuestra gastronomía, pero del que no sabemos tanto. A continuación explicaré cuáles fueron mis impresiones.
A la entrada del recinto, el espacio utilizado parecía amplio y con suficientes puestos de información para recibir todos los datos necesarios. Sin embargo, no sé si sería por la hora a la que acudí, pero las personas encargadas de ofrecer toda la información que solicitases no parecían estar muy atentos de los que nos acercábamos curiosos. Cada vez que quería saber algo sobre algún tipo de aceite tenía que solicitar la atención de la persona y preguntarle lo que quería muy específicamente. Eso sí, una vez iniciada la conversación (que debía manejar el visitante), solían ser muy simpáticos. Salvo algún caso concreto...
Mi primera conclusión fue que todas la ideas que yo me había creado en mi cabeza por aprender bastante acerca del aceite no se iban a cumplir. El objetivo de la Feria era dirigirse a empresarios y profesionales del sector. Aunque se agradecía la información y la amabilidad por dar a probar los diferentes tipos, no te sentías cómodo.
Desde el punto de vista de periodista, podríamos compararlo con una entrevista en la que el protagonista es agradable, pero poco extenso en sus respuestas, y poco claro.
Me gusta pensar que todo se debe a la hora a la que acudí, como he dicho, ya que estuve allí pocos minutos después de la apertura y todo parecía poco despierto. También debido a la hora, no pude asistir a lo que parecía más interesante, como la cata profesional que había hacia el mediodía.
Una de las virtudes del aceite de oliva es que tiene importantes beneficios en el mundo de la cosmética. En El encuentro mundial del aceite de oliva también se podían ver varios puntos de información acerca de esta faceta menos conocida del aceite.
Para finalizar me gustaría destacar las numerosas marcas (desconocidas muchas, otras no tanto) que exponían sus productos en el encuentro. Definitivamente, siendo el aceite de oliva una parte tan importante de nuestra cultura, todos deberíamos tener más conocimiento y más facilidades para saber más sobre este alimento. Saber valorar lo que tenemos y aprender a distinguir y para qué es mejor utilizar los distintos tipos que existen.
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