miércoles, 8 de enero de 2014

La validez de las réplicas para la difusión de cultura

No hay mucha gente que tenga la suerte de poder disfrutar en directo de versiones originales de obras de arte que han marcado la historia de la humanidad. Uno de lo mayores avances ha sido el perfeccionamiento de las réplicas. Si no podemos ir a China a ver las figuras de los Guerreros de Xian, ¿por qué no disfrutar de una exposición en tu ciudad (o en cualquier otro lugar más cercano que China) con réplicas prácticamente exactas?

Las réplicas comenzaron cuando en las excavaciones de Herculano, Pompeya, aparecieron esculturas de la antigüedad. Como Nápoles (y Pompeya y Herculano, que están muy cerca) pertenecía a la corona de España, esas réplicas al principio se mandaron a España y pasaron a formar parte de la colección de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde sirvieron de modelo a pintores y dibujantes. Y no tardaron en circular nuevas réplicas por toda Europa. Réplicas de esculturas, de pinturas y de edificios que impulsaron el boom del arte neoclásico. Es decir, no solo difundieron la cultura de la antigüedad, sino que dieron origen a un arte nuevo.

Cuando se comenzó a perfeccionar la fotografía se empezaron a reproducir cuadros de pintores de todas las épocas. No solo el gran público llegó a conocer de esta manera obras de arte que no habrían podido ver nunca, sino que formaron a muchos pintores. Dalí recordaba las primeras colecciones de libros de artistas en los que conoció, en reproducciones en blanco y negro, la obra de sus admirados Rafael o Vermeer.

Una de las primeras empresas de culturización de las zonas rurales españolas que llevó a cabo la República fueron las Misiones Pedagógicas, en las que se representaban obras del teatro clásico español, se leían poesías y novelas directamente al público y se les mostraban reproducciones de pinturas de los grandes artistas españoles.

Es decir, siempre que se ha podido se han hecho réplicas para difundir obras artísiticas, se ha considerado que las copias tienen una validez fundamental.